El peligro de limpiar

El que avisa no es traidor, tomaros esta advertencia muy en serio y antes de coger una escoba, aspiradora o cualquiera de esos instrumentos del demonio pensaros un par de veces si estáis preparados para asumir el reto.

En los Siguientes párrafos paso a relatar la dura experiencia que tuvo un amigo de un amigo la pasada Semana Santa, este individuo se quedó las vacaciones tranquilamente en su casa y en esos cuatro días al chico le dio tiempo hasta para barajar la opción de hacer limpieza y, reconozco que esto cuesta aún más creer, de intentar llevar acabo esa feliz idea.


- ¿Por donde empezar?

Se pregunto.

- Supongo que lo correcto seria empezar por abajo.

Así que el chico cogió la aspiradora.

-Pero si me pongo me pongo, hay que hacerlo bien.

Y para poder llegar a todos los rincones de la sala de estar retiró la mesa, las sillas y el sillón lo tumbo encima de la mesa baja, en ese momento vió que había una pelusilla en una de las patas del sillón y se dispuso a retirarla, pero no calculó su fuerza y se llevó junto con la pelusilla una pieza de la pata, de la que por cierto se quedó sobresaliendo un clavo.

- ¿y ahora que hago?

Extrajo el clavo y colocó el sillón de pie a ver si cojeaba y cojear no cojeaba prácticamente podías mecerte que barbaridad!!!

- Pues habrá que solucionarlo, en que momento se me ocurriría limpiar... (Dijo para si mismo)

Fue a buscar pegamento instantáneo, encontró un tubo nuevo y se dirigió hacia el sillón, se puso en cuclillas con el bote de pegamento entre las manos, completamente decidido a repararlo, desenroscó el tapón e introduzco la punta de este en el bote para romper el cierre hermético, retiró el tapón y justo en ese preciso instante brotó un géiser de adhesivo del minúsculo bote lo que dejó las manos de este pobre infeliz completamente bañadas y también parte del suelo.

Os dejo a vosotros que os imaginéis como terminó la historia, pero os puedo asegurar que no fue con un piso reluciente.


Post-data. La fofo la he tomado de esta dirección, no tiene desperdicio el relato que nos cuentan, que por otro lado pone de manifiesto el peligro que conlleva adoptar una postura activa en las tareas domésticas, seguramente estos amigos llamarán a un Telepizza la próxima vez que tengan hambre.

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